martes, 16 de octubre de 2012

A tientas,un león.

Cuando Lili despertó esa mañana,sus ojos se habían quedado dormidos.
Dormidos a la luna,dormidos a la lámpara.Dormidos al mundo.
Se levantó de la cama despacio y se frotó la cara con sus manos de arcilla.
No,no había manera.Sus ojos estaban absolutamente ciegos,como los postigos de madera de la ruinosa ventana desnuda de la casa de la abuela.Como el diario íntimo de su hermana Emma que llevaba candado y cerradura del acero de los cuentos medievales.
Como el paraguas de mamá en los días de lluvia..Porque como preso de un hechizo mágico,curiosamente ese paraguas gris a lunares sólo se habría los dias de sol pleno,o cuando jugaban las tres en el patio de lajas,intentando atrapar las gotas de verano que salían de una manguera serpenteante  y caían ilusas sobre el revés de su copa.
Lili extrañaba esos juegos de mamá-amiga-hermana.Extrañaba también sus sonrisa transparente cuando volvía cansada del trabajo,el aroma a miel de sus manos,el beso azul de buenas noches colgando en su frente.Lili sabía que esos momentos se habían ido con ella sobre las sábanas blancas de una cama de hospital con un  interminable  abrazo de primaveras una tarde de abril..sin saber porqué..
Encendió la luz a tientas porque la caprichosa ceguera de sus ojos permanecía inmóvil,instalada firmemente en sus pupilas.
A tientas buscó lo que ya nunca más hallaría...El beso,las tardes,la risa,las manos..el abrazo.
A tientas,un león se dibujó en la pared blanquecina..Oscuro,hambriento y absurdo,que abriendo sus fauces de miedo se tragó de una bocanada su pena y su espanto de nena perdida.
Loró por horas,por mares,por siglos..

Despacito se fue encendiendo la luz de sus ojos negros y aliviada de reconocer la cama y el peluche de oso salió a la calle a transitar la vida.

viernes, 4 de mayo de 2012

Esencia de Seño

La señorita Luz 
entró al salón de clases muy resuelta:
Hoy era su primer día como maestra.
En sus lugares 
los chicos se hallaban
 muy ubicados.
Cada uno en su banco
ya la esperaban 
todos sentados.
El salón blanco 
era muy luminoso
y todos los chicos 
usaban anteojos.
De pronto,de un salto,
todos al unísono 
recitaron el canto:
-Buen día señorita Luz
la estábamos esperando...
todos en esta clase
estudiamos tanto!
No nos gustan los retos
porque estamos atentos
a que seños como Usted 
nos mantengan contentos.

Ante tamaño saludo
la seño Luz,como pudo
contestó con voz más bien baja..
De su seguro aplomo
ya no quedaba nada...
nada más que dos zapatos de taquito
con su cuerpo al lado
hecho un ovillito.
De tanta verguenza menos pensada
se transformó en polvo,
en polvillo de hadas.
Despacio,despacito
la fueron juntando
con pala y cepillo.
-Qué lástima!,dijo una hermosa niña
de trenzas moradas
Era tan dulce...a mí me gustaba...
_Y bueno!replicó un gordito
con cara sonrrojada...
-habrá que pedirle al director
que busque entre los frascos
a una seño de avanzada...
-todavía quedan muchos 
con esencia de seños pasadas!


jueves, 19 de abril de 2012

La pasión

Tu oruga morbosa
escarba,
lame,
fagocita
el huevo cigota
de mi pálida cigarra de arena.


E inunda
como agua tibia
mi crisálida de plata
calcinada
de soles tibios
que esperan.


Que esperan ardiendo,
crujiendo en llamas,
salvajes,
irreverentes...
Consumidos...
de deseos eternos.

lunes, 19 de marzo de 2012

Trapecista

Me descuelgo en mi trapecio de memorias sotenida sólo por certezas.
Los hilos de los que cuelgo son delgados,transparentes y fugaces...
Y yo giro desnuda,me balanceo,me agito,me expongo al abismo y vuelvo a mi sitio seguro.Mis piernas son alas y mis brazos son de marioneta y mariposas.Mi cuerpo entero un escándalo de figuras y contorsiones que estallan en aplausos y asombros.
Pero estoy sola...
Sólo yo en esta hamaca de incertidumbre decido sobre tu olvido...
Decido y sospecho de la ambivalencia hostil de tu mirada,cuando me abandonaste esa mañana de octubre.
Decido que esa mínima distancia que separa nuestros cuerpos es como una cópula interrumpida sobre las rosas negras de la última tarde...
Decido,finalmente,quemar los pétalos incendiados de luz,de amores terminados.


Y entonces vuelvo despacio,casi sin aliento a mi rutina acróbata.Acomodo mi cuerpo cansado sobre el espacio de cuerdas y tensores esperando la señal de tu alma para lanzarme sin redes hacia un nuevo comienzo.

viernes, 16 de marzo de 2012

El Apocalipsis

Los granos arenosos caían blandamente...Uno,dos,tres,se deslizaban silenciosos entre el vidrio y el aire.
El reloj contabilizaba las horas de esa manera,desde los comienzos de la creación y hasta el final de los finales conservaba intactas sus virtudes místicas...Y el tiempo.


Al principio,"El que Creaba"los hizo fuertes y bellos,con cuerpos que eran refugio.Poco a poco sus valores,que hasta entonces habían permanecido como estandartes inmóviles, se fueron transformando y se hincharon de ambición y egoísmo.
El nuevo milenio se sorprendió ante la aberración en la materia.Cada vez más sus carnes se inflamaban inconmensurablemente.
Casi no les quedaba espacios vacíos donde sostenerse.Pronto alcanzaban los árboles más altos y las nubes cubrían sus pies desnudos.
Desde esa altura explotaron sus ojos,que se alejaron incendiados hacia el cosmos azul.
Sin los sentidos permanecieron perdidos y confundidos por centurias.
Cuando finalmente sus cuerpos no pudieron estirarse más,reventaron como cueros henchidos de agua.
El sol recibió los escupitajos de planeta.El cielo se tiñó de sanguinolentas gotas y bramó el aire con el feroz sonido que emitió el planeta al desgranarse en el segundo final que marcaba la exacta cronología del reloj  cuando el último granito de arena cayó cobre el montón que lo recibió expectante.
Como si fuera la última plegaria.

miércoles, 14 de marzo de 2012

Las Alicias de Lewis,en el país...

Alicia se acomoda torpemente un rizo oscuro sobre su costado.
La otra Alicia,más dulce,más singularmente femenina,lo hace con delicadeza,tomando todo el mechón fresco de luna en un manojo que le cae sobre la espalda.
Sus ojos son pequeños.Atrevidos.Y miran el óceano salvaje.
Como la otra Alicia,también se sienta en la arena y pierde sus ojos en el agua.En el vacío.
Una peina su cabello revuelto.La otra junta pacientemente los caracoles enquistados a su lado.No se esfuerza,sólo toma los que alcanza levemente con sus dedos largos de amapolas.
Solas.Sintiendo la brisa fresca del mar entre las horas,esperando la llegada "del que llega".Desde hace años.La espera.


Hubo un tiempo que era hermoso,con relojes que estallaban sobre mesas de té eterno y sombreros de copas curiosas.El gato siempre se reía a carcajadas y desaparecía enseguida...
Y era una Alicia,tras otra,que el cuento proponía en un juego de espejos satánicos...
Lewis las inventaba y las vestia con sus delirios.Las volvía princesas de sus mundos invisibles.Les hacía tronos absurdos con cartas de pócker.Las fotografiaba para asegurarse que quedaran así para siempre,eternas e inmaculadas,olvidadas en las orillas del abismo donde descansa el mar de la inocencia y la locura.
Donde aún lo están esperando.

martes, 13 de marzo de 2012

Poema de amor

Dulce...
rasgadas nostalgias...
quizás,un amor en el tintero.
Canela dorada...
tenue luz.
Y la arena
marcando sus huellas
con su tierna suavidad
de miel mojada.